Organización y Diseño del Plan de Clases
1. Fundamentación
La siguiente secuencia está pensada para ser implementada en 2do. Grado. La misma se enmarca bajo el enfoque que propone el Diseño Curricular de la Ciudad de Buenos Aires para la Enseñanza de Conocimiento del Mundo en Primer Ciclo, el cual ofrece ampliar las nociones sobre la realidad social que los niños traen, ya que lo consideran como un producto natural y no como una construcción humana, es decir, como resultado de múltiples hechos y procesos históricos.
Para contribuir al conocimiento de una realidad social más amplia, es necesario hacer hincapié en las acciones y formas de organización de los diversos actores sociales en el pasado y en el presente. El bloque Pasado y Presente nos permite aproximar al alumno a una construcción más elaborada del mundo social y cultural, valorando las identidades, prácticas, experiencia de los diversos contextos.
En esta secuencia didáctica decidí abordar el tema dividiéndolo en tres (3) clases: “La vida en la colonia” parte 1, “La vida en la colonia” parte 2 y Costumbres Criollas. Las actividades propuestas actuarán como disparadores para reconocer y valorar a los distintos actores sociales, del presente y del pasado.
Este contexto nos posibilita analizar sobre algunos cambios y continuidades a lo largo del tiempo como por ejemplo las casas coloniales y las casas de hoy. Este estudio se contempla como marco explicativo para estudiar la familia, la vida cotidiana y otros actores sociales tanto en el pasado como en el presente.
Por medio de estas actividades se pretende vincular a los alumnos desde una perspectiva relacionada con la propia experiencia, favoreciendo así la construcción de nociones sobre la complejidad social y la heterogeneidad sobre los cambios y continuidades entre el pasado y presente. Además se complementan de esta manera, los tres conceptos estructurantes del área; tiempo histórico, espacio geográfico y sujetos sociales.
Es importante que al terminar el trabajo con los niños, comprendan que la tecnología influyó en los grandes cambios que experimentó la sociedad y que los seres humanos nos organizamos siempre en sociedades y establecemos distintos tipos de vinculaciones con otros, motivados por necesidades.
2. Contenido
l
IDEAS BÁSICAS
En distintos momentos del pasado vivieron personas que construyeron sociedades
organizando de distinto modo la economía, la cultura, las relaciones
sociales.
Las formas de hacer las cosas cambian a través del tiempo. En cada
momento histórico coexisten elementos que fueron creados en distintas épocas. |
Alcance de los Contenidos · Aproximación a aspectos significativos de la vida
cotidiana de una época del pasado remoto · Análisis de situaciones en las que persisten
modos de hacer las cosas similares a los del pasado. |
3.
Propósitos de Enseñanza
- Propongo presentar situaciones de enseñanza que lleven a los alumnos a conocer aspectos de la vida de las personas en el pasado, tanto remoto como cercano y en consecuencia puedan establecer vinculaciones con el tiempo presente, reconociendo cambios y permanencias.
- Proponer situaciones de enseñanza en las que los alumnos se acerquen al estudio de las sociedades, que les permitan: plantearse problemas, elaborar información y establecer relaciones causales y comunicar conclusiones.
4. Objetivos de Aprendizaje.
Que los alumnos logren:
1.
Comprender la información adecuada al tema de
que se trate a partir de la consulta de imágenes, cuadros sencillos y textos
seleccionados por la docente.
2.
Identificar algunos cambios y continuidades a
lo largo del tiempo.
3.
Conocer las relaciones entre distintos
actores sociales.
4.
Comparar sus observaciones entre pasado y
presente.
5. Que el alumno identifique como fuente de información e interpretación para el estudio del pasado elementos como objetos, lugares, testimonios.
5. Estructura de las Clases:
CLASE N°1:
Primer Momento
Para esta primera clase la docente comienza presentando el tema: “Hoy les traigo algo muy especial que pensé para ustedes. ¿Cómo se imaginan que era esta ciudad, por ejemplo, sin celulares? ¿Sin televisión? ¿Sin ventiladores? ¿Sin lavarropas? ¿Sin heladeras? ¿Sin electricidad?"
Luego de conversar con los niños sobre estas cuestiones la docente continuará narrando a los alumnos un relato, basado en el cuento titulado “El pregón del escobero” de Carolina Tosi (se reescribirá el texto en primera persona para construir la idea de relato). La docente irá deteniéndose en aquellas partes que sean interesantes de llamar la atención, ya sea para comentar sobre palabras nuevas o sobre alguna situación.
Terminada la lectura la docente irá guiando nuevamente la conversación con los alumnos por medio de preguntas como ¿Qué nos contó Malaquías? ¿Qué descripción hace de las casas? ¿Cómo son las calles según Malaquías? ¿Qué notan de distinto entre la época colonial y la época actual? Así, podrán ir obteniendo información y comprendiendo algunos elementos de la época.
Segundo Momento
Se propone en este momento indagar sobre las características propias de Malaquías y se pregunta a la clase “¿Cómo está vestido Malaquías? ¿Podríamos decir algo de su familia? ¿Y de su origen? ¿Cómo te imaginas que es su casa? ¿Y por qué pensaría que no podía aprender?”.
“Veamos ahora al maestro Simón ¿Cómo lo describe Malaquías? ¿Qué quiere decir que Simón viste elegante? ¿Qué podemos decir del origen del maestro? ¿Cómo sería su casa? ¿Por qué pensó que era raro que un criollo lo ayudara? ”. Se irá anotando en forma de lista, en el pizarrón, las palabras surgidas de los alumnos, luego la docente transcribe la lista a un afiche para que esté disponible a futuras consultas.
Tercer Momento
Para esta última instancia la docente
hará una recopilación de lo hablado hasta el momento y pedirá que debajo del título BUENOS AIRES COLONIAL realicen el
dibujo de los dos personajes teniendo en cuenta las palabras del afiche y
lo visto hasta el momento.
CLASE N°2
Primer Momento: Aclaración, esta clase puede llegar a implementarse en biblioteca.
Para comenzar la clase los alumnos estarán ubicados
en seis grupos, la docente empezará diciendo “Recuerdan que la clase
anterior estuvimos viendo la historia de Malaquías, en qué época vivió, a qué
se dedicaba, cuál era su problema, etc….” todas estas preguntas nos
irá refrescando la memoria para resumir lo trabajado, contarles a los
compañeros que faltaron y, así, poder continuar avanzando.
“Miren lo que les traje hoy” la
docente les mostrará la tapa del libro Más de 200 años de historias y
costumbres argentinas” (1ra parte) y la imagen con la que vamos a trabajar
de Un día en el centro de la Ciudad.
“Podemos pensar que tal vez Malaquías en su relato
describe una ciudad así”. A la respuesta de los alumnos la
docente pedirá que cuenten, justifiquen, porque dicen que sí o porque dicen que
no; la docente continúa diciendo “¿Qué vendedores pueden encontrar en la imagen?”.
Se irá reconociendo en la imagen cada uno de los vendedores.
Segundo Momento
“Observemos más en detalle”, la
maestra muestra una segunda imagen.
La docente pasará por los grupos mostrando el
libro, leyendo a los niños las características generales de los vendedores
ambulantes, también comentará la diferencia entre el caballero y la dama de
sociedad, preguntará en algún momento “¿A qué sector piensan ustedes que
pertenecía Simón?”, la intención es ir diferenciando de a poco los
diferentes actores sociales.
Tercer Momento
Se volverá sobre la imagen de la tapa y se explicará:
“los hechos que estamos viendo ocurrieron hace muchos años atrás; pero miren
esta otra imagen, ¿Les parece qué es una imagen actual? ¿Cómo está
vestida la gente? ¿Cómo es la edificación? Esta imagen representa el año 1910
no es tan antigua como la época colonial,
pero como vemos tampoco es actual”. El propósito es que den cuenta que es
una época intermedia entre la época colonial y el presente, se conversará con
los niños sobre las diferencias que encuentran 100 años después de la vida
colonial y resaltará que el Café Tortoni, por ejemplo, es un lugar que
sigue funcionando en la actualidad.
En la carpeta quedará registrado la fecha y como título: HOY VIMOS LOS VENDEDORES COLONIALES.
CLASE N°3
Primer momento
Se
comenzará la clase hablando con los alumnos sobre los aspectos vistos en la
clase anterior. Se retomará lo que hicimos, lo que vimos, y sobre qué cosas
conversamos. La docente preguntará “¿Qué
pasa si quiero, hoy, ir a comprar leche? ¿Si necesito velas o una escoba? ¿Qué
hago, me siento en la vereda a esperar que pase un vendedor?”. La intención
es que vayan construyendo vinculaciones con el tiempo presente y la noción de
que en la actualidad existen muchos medios tecnológicos disponibles utilizados
en publicidad.
Segundo Momento
La
docente propondrá volver al relato de Malaquías y continuar el trabajo
focalizando en los cánticos de los distintos vendedores. Se tendrá preparado
para trabajar, copias de los pregones con el propósito de que los chicos sigan
la lectura de la maestra.
“LAVO SU ROPA
CON MIL BRÍOS
CANTURREANDO
EN EL AGUA DEL RÍO”.
“DEJO SU ROPA
SIN UNA MANCHA,
MUY PERFUMADA,
SUAVE Y BLANCA”.
“SOY FALUCHO, EL PASTELERO,
TRAIGO PASTELES
CALENTITOS,
PARA DAMAS Y
CABALLEROS,
PARA MOZAS Y MOCITOS”.
“AQUÍ LLEGÓ EL GRAN
ZENÓN
CON AGUA DEL RÍO DE
LA PLATA.
FRESCA, RICA Y DULCE,
ES EL AGUA MÁS
ESPERADA”.
“MAZAMORRA DORADA,
MAZAMORRA CALIENTE,
PARA COMER CON GANAS
CON SOL, LLUEVA O
TRUENE”.
Leerá
para los niños y preguntará si alguno quiere leer para sus compañeros. Se
conversará sobre la necesidad de los vendedores coloniales de publicitar sus
productos por medio de pregones y que esta necesidad estaba condicionada a su
origen, su educación que era escasa o nula y a la falta de dinero para imprimir
panfletos, ya que estos eran muy caros en esa época.
Tercer Momento
Para
cierre de esta clase en el
cuaderno quedará registrado la fecha, como título: PREGONES
COLONIALES.
6. Bibliografía
(2004). Diseño Curricular para la escuela primaria.
Primer Ciclo. Conocimiento del mundo. Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
Docampo, F. (2010). Un
día en el centro de la ciudad. En Más de 200 años de historia y costumbres
argentinas. Buenos Aires: Cultural Librera Americana S.A.
Tosi, C. (2016). El
pregón del escobero. En Vientos de Independencia (págs. 13-19). Ciudad
Autónoma de Buenos Aires: edebé.
7. Anexo
El Pregón del Escobero
Hola, mi nombre es Malaquías, me despierto cada mañana tarareando la
melodía que me enseñó mi abuelo. No sé la letra, solo canturreo esos acordes
candomberos, que vinieron del África, como mi abuelo, que fue esclavo. Pero yo
prefiero recordarlo como músico y contador de cuentos.
Me visto con una chaqueta y un pantalón de bayetón. Me peino mis rulos
renegridos, mientras tomo unos ricos mates cebados sobre un mate de calabaza y
me devoro los pastelitos que me regala mi amigo Falucho.
Terminado el desayuno, me cargo los productos al hombro y salgo a
trabajar como todos los días. Atravieso las veredas angostas y empedradas de la
Buenos Aires colonial. Por fortuna dejó de llover, porque si no, sería
prácticamente imposible transitar las calles embarradas.
A mi alrededor, las casas se alzan casi idénticas entre sí: bajas, con
las paredes pintadas a la cal, las tejas rojas y las ventanas custodiadas por
rejas y macetones. Pero a mí, más me gustan las viviendas que se levantan en
torno a la Plaza Mayor.
Esas se distinguen de las demás: son grandes - parecen contar con muchas
habitaciones-, tienen planta baja y un piso, y hasta un patio con aljibe. Muy
pocas casas tienen aljibe. Y las familias que viven en esas casas pueden tomar
agua fresca en cualquier momento ¡Qué maravilla!
Desde muy temprano, las calles de la ciudad ya rebosan de pregones y
cada vendedor tiene el suyo. El lechero grita: “¡Soy el lechero y los vengo
a despertar, les traigo rica leche para que puedan desayunar!”, el vendedor
de velas canturrea: “¡Vendo velas y velones, que curan el mal de amores!”,
además, se oyen los pregones de la lavandera, el vendedor de pastelitos, el
aguatero y la mazamorrera:
“Lavo su ropa
Con mil bríos
Canturreando
En el agua del río”.
“Dejo su ropa
Sin una mancha,
Muy perfumada,
Suave y blanca”.
“Soy Falucho, el
pastelero,
Traigo pasteles
calentitos,
Para damas y
caballeros,
Para mozas y
mocitos”.
“Aquí llegó el gran
Zenón
Con agua del Río de
la Plata.
Fresca, rica y dulce,
Es el agua más
esperada”.
“Mazamorra dorada,
Mazamorra caliente,
Para comer con ganas
Con sol, llueva o
truene”.
El único vendedor que no tenía pregón
era yo. Como no me salía ninguna frase rimada, simplemente vociferaba: “¡Vendo
escobas!” o “¡Tengo plumeros!” y mis anuncios quedaban, así, ocultos
tras los otros pregones, y la gente ni siquiera se enteraba de que yo pasaba.
Las ventas no andaban bien, pero yo
trataba de no preocuparme: siempre había clientes que se las arreglan para
encontrarme entre la muchedumbre de vendedores, y me compraban. Pero un día fue
el peor de todos, no vendí nada de nada, hasta que pasé por la casa del maestro
Simón.
Simón es un criollo que se viste muy
elegante y camina apoyado en un bastón con puño de metal. Vive en una casa linda,
pero humilde.
- Te compro un plumero - me dijo el
maestro y agregó - : casi ni te escuché pregonar.
- No sirvo para eso - le contesté - se
me enredan las palabras.
- Si uno las escribe, las palabras se
desenredan - me dijo Simón, y sacó una hoja del bolsillo -. A ver, ¿cómo querés
empezar el pregón?
Yo lo miré sorprendido. Es raro que un
criollo sea tan amable y quiera ayudarme. Poco a poco, Simón fue escribiendo lo
que le dictaba. Luego me lo leyó, lo arreglamos un poco entre los dos y quedó
así: “Cómprenme escobas y escobitas, que barren las tristezas y hasta las
penas quitan”. Me aprendí de memoria el pregón y, al otro día, lo canté con
hermosa voz. Llame tanto la atención, que logre vender todo lo que lleve.
A la semana siguiente, volví a pasar por
lo del maestro y le pedí otro pregón.
- Bueno - me dijo Simón -, pero lo
escribís vos.
- Yo no sé escribir…- le susurré -
Acaso, ¿un mulato como yo puede aprender?
- Por supuesto, todos podemos aprender.
Y Simón, que era maestro del alma, poco
a poco, me enseñó leer y escribir. Al principio me costó… Pero, con paciencia,
logré aprender las letras. Luego, pude escribir mi nombre y las palabras que
más me gustan: escobas, plumeros, mate, pastelitos, abuelo, libertad…
Más adelante, ya pude leer los carteles
de las calles, folletos, los periódicos, y también escribir lo que quisiera.
Desde entonces, canturreo los pregones que yo mismo escribo.
Hubo solo un día que no salí a cantar,
porque preferí ir a la plaza para saber de qué se trataba. Fue el 25 de mayo
de 1810: un nuevo país se estaba formando y en él, pronto, todos los hombres
serían iguales, sin importar el color de piel.
A partir de ese día, canté un pregón
muy especial, escrito por mí, al que le puse una melodía africana que me había
enseñado mi abuelo:
“Con mis plumeros y
mi cantar,
Llegan las ansias de
igualdad.
Traigo escobas y
esperanza
Con deseos de
libertad”.
Carolina Tosi
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